IntercambioCasas, más allá de un intercambio de viviendas

Una de las filosofías del portal de intercambio de viviendas IntercambioCasas es poder vivir la experiencia de la forma más auténtica, como un local. A la hora de buscar un destino vacacional, los socios buscan introducirse en la cultura y encontrar amistades que les faciliten la estancia.

Todo ello se basa en la confianza, sentimiento que transmite a los usuarios la tranquilidad necesaria y les permite disfrutar de las vacaciones sabiendo que la casa estará bien cuidada. De forma que la experiencia del intercambio resulte lo más positiva posible, no solo se intercambiará la vivienda, sino también otras cosas, tanto materiales como culturales, para una estancia más agradable: el coche, las bicicletas, los esquís o incluso el cuidado de plantas y mascotas.

Con todo para los niños

 De las 65.000 viviendas que hay en IntercambioCasas, algo más del 75% son familias. Los socios que viajan con niños están encantados con el portal, ya que les permite descubrir nuevos lugares y realizar intercambios con familias que tienen todo lo necesario para los más pequeños: habitación infantil, trona de bebé, silla para el coche, juguetes y libros (¡y además en otro idioma!), jardín con área de juegos, etc.

Como en casa

 Aquellos que no conocen el portal piensan que a la hora de hacer intercambios tendrán que llevarse muchas cosas personales como son las toallas o el secador de pelo, pero los huéspedes ponen a disposición toda la ropa necesaria, tanto de baño como de cama y cocina. Incluso la ropa de abrigo y los paraguas, que tanto ocupan en las maletas, se pueden dejar en casa y no pasa nada si de pronto cambia el tiempo. Camille, socia de IntercambioCasas desde 2011, asegura que “hemos vivido experiencias que no hubieran sido posibles de otra forma”.

Sin la bicicleta a cuestas

 Más facilidades

 Además de las bicicletas, los socios ponen a disposición los coches, los esquís, la tabla de surf o cualquier cosa que se pueda necesitar para aprovechar la estancia al máximo. Así facilitan el viaje a los huéspedes y el factor humano en el intercambio de casas se convierte en un pilar esencial. “Al mismo tiempo que nuestras casas, intercambiamos con los huéspedes experiencias, música, libros, trucos y consejos”, afirman Catherine y Eduardo, una pareja de Barcelona.

No todo es material

 Uno de los intercambios más importantes es el cultural. Gracias a las recomendaciones del partner de intercambio, es una oportunidad única de vivir como la gente local, descubrir lo que nos distingue y nos acerca y aprovechar al máximo la estancia. Los propios socios indican los sitios a los que ir (museos, excursiones, restaurantes, bares, tiendas especiales, etc.) y los trucos que esconde su ciudad.

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